¿Cómo podríamos darnos cuenta por dónde “no es” el camino si no nos avisan?
Esa es la función del dolor: hacernos saber que estamos perdiendo el camino.
Si no lo escuchamos, comenzamos a sufrir, haciendo crecer las señales para que el aviso no pase desapercibido. Y allí aparece “el mal”: el dolor se presenta en alguna situación o persona para ayudarnos a despertar.
Estas son palabras que dejó Paramahansa Yogananda sobre este tema: “Cuando empieces a ver con claridad la imperfección del mundo, comenzarás a buscar la perfección de Dios. Lo cierto es que Dios no utiliza el mal para destruirnos, sino para que nos desengañamos de los juguetes de este mundo y podamos buscarlo a Él”.
Cuando creemos que el dinero nos traerá seguridad, aparece la falta de prosperidad en sus muchas maneras. Cuando sentimos que necesitamos a alguien para sentimos completos o felices, esa persona se marcha o tememos que lo haga. Cuando creemos que tenemos nuestra vida “arreglada”, ocurre algo para no dormirnos en la ilusión de este mundo.
El amor de Dios es de tal manera incondicional, que incluso el dolor forma parte de su estrategia para mantenernos en su búsqueda. El sufrimiento es nuestra decisión, cuando no escuchamos su aviso.
Esa es la función del dolor: hacernos saber que estamos perdiendo el camino.
Si no lo escuchamos, comenzamos a sufrir, haciendo crecer las señales para que el aviso no pase desapercibido. Y allí aparece “el mal”: el dolor se presenta en alguna situación o persona para ayudarnos a despertar.
Estas son palabras que dejó Paramahansa Yogananda sobre este tema: “Cuando empieces a ver con claridad la imperfección del mundo, comenzarás a buscar la perfección de Dios. Lo cierto es que Dios no utiliza el mal para destruirnos, sino para que nos desengañamos de los juguetes de este mundo y podamos buscarlo a Él”.
Cuando creemos que el dinero nos traerá seguridad, aparece la falta de prosperidad en sus muchas maneras. Cuando sentimos que necesitamos a alguien para sentimos completos o felices, esa persona se marcha o tememos que lo haga. Cuando creemos que tenemos nuestra vida “arreglada”, ocurre algo para no dormirnos en la ilusión de este mundo.
El amor de Dios es de tal manera incondicional, que incluso el dolor forma parte de su estrategia para mantenernos en su búsqueda. El sufrimiento es nuestra decisión, cuando no escuchamos su aviso.
2 comments:
Teo: Te Felicito por estas reflexiones de tal profundidad y tan alto nivel espiritual. Ciertamente asi es nuestro paso por este Hermoso Mundo, una Escuela y un Paraiso a la vez. El proposito de este "viaje" es el de encontrar "La Verdad". el de entrar en contacto con nuestro verdadero "Ser", que el Ser es la Luz y que la Luz es Dios, a Fuerza creadora del Universo en todos sus detalles. El valor de un instante es Eterno y para Siempre... Y en este instante El Amor se manifiesta y comprendemos que esa es la unica llave, es el unico camino y es en verdad, nuestra mas grande MISION.
Con Amor,
Mary Calves
Que bellas palabras las de Mary, comarto con ella su forma de pensar
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