Wednesday, January 14, 2009

LEYENDA MEDIEVAL


Cuenta una antigua leyenda medieval, que en cierta aldea vivía una persona muy honrada y temerosa de Dios, hombre justo e inteligente.


Cierto día, en la aldea se cometió un crimen y como era muy frecuente en esos tiempos, y por qué no decirlo, en los actuales, había que buscar un culpable debido a que el verdadero autor resultaba ser una persona de mucho poder y muy acaudalada.


Fue así que se echó a andar el mecanismo de complicidades y encubrimiento y se decidió culpar a este hombre justo, sabiendo que por su mansedumbre no opondría mayores resistencias.


Se presentó el caso a una corte parcial y el “honorable” Juez, comprado convenientemente, aparentando tener un alto grado de justicia, cuando trajeron al inocente frente al estrado exclamó: “ Nos encontramos frente a una persona justa y temerosa de Dios, por lo tanto vamos a someter a la Decisión Divina el veredicto si esta persona es o no culpable del crimen que se adjudica.


Voy a escribir en dos papeles las palabras inocente y culpable, que el acusado deberá escoger con sus propias manos, y el resultado será el veredicto definitivo que enviará a la horca o a su casa al presunto reo.” Dicho esto, el Juez escribió la palabra culpable en los dos papeles, los dobló y se los ofreció al acusado para que escoja. El hombre justo, con un gesto de asombro y abatimiento pensó durante unos instantes y escogiendo uno de los papeles se lo llevó a su boca y luego de masticarlo se lo tragó, ante el gesto de desconcierto del juez y el murmullo de toda la sala.


Cuando se hubo recompuesto dijo : “ pues bien, si era verdad que existían ambas posibilidades, el papel que me comí fue mi elección y por lo tanto, señor Juez, al leer el papel que ha quedado sano sabrá cuál fue la decisión de Dios.


Con enorme desazón y gesto adusto el Juez abrió el papel, que de antemano sabía que decía culpable y de inmediato procedió a liberar al acusado, quedándose sin argumentos.

No comments: