Friday, June 12, 2009

EL NIÑO Y EL PERRO Y EL VALOR DE CADA UNO


Un niño entró en una tienda de animales y preguntó el precio de unos cachorros que estaban en venta.


-Entre 30 y 50 euros, respondió el dueño.


El niño sacó unas monedas de su bolsillo y dijo:


-Sólo tengo 2 euros...¿Podría ver los perritos?


El dueño de la tienda sonrió y llamó a Fifi, la madre de los cachorritos, que vino corriendo, seguida de cinco bolitas de pelo. Uno de los cachorritos venía el último y caminaba con dificultad.


El niño, señalando a aquel cachorrito, preguntó:


-¿Qué le ha pasado?


El dueño de la tienda le dijo que el veterinario le había examinado y descubrió que tenía un problema en el hueso de la cadera, de manera que siempre caminaría con dificultad.


El niño se animó y dijo con los ojos llenos de alegría:


¡Ése es el perrito que quiero comprar!


El dueño de la tienda respondió:


-No, a este no lo puedes comprar. Si de veras lo quieres, te lo regalo.


El niño guardó silencio y con los ojos llenos de lágrimas, miró fijamente al dueño de la tienda y le dijo:


-Yo no quiero que usted me lo regale. Este perrito vale igual que cualquiera de los otros y yo voy a pagarlo todo. Le doy ahora 2 euros, y le iré pagando cinco euros cada mes, hasta pagar todo.
Sorprendido, el dueño de la tienda le contestó:


-¿Cómo vas a comprar este perrito? Nunca podrá correr, saltar o jugar contigo y con los otros perritos.


El niño, muy serio, se agachó y se descubrió lentamente la pierna izquierda, dejando ver la prótesis que usaba para andar... Y, mirando al dueño de la tienda le respondió:


-Mire...a mí me falta una pierna...Yo no corro muy bien y el perrito va a necesitar de alguien que lo entienda.


A veces despreciamos a las personas con quienes convivimos todos los días a causa de sus defectos, cuando en realidad todos somos iguales o peor que ellas. No nos damos cuenta de que esas mismas personas necesitan de alguien que las comprenda y las ame, no por lo que ellas pudieran hacer, sino por lo que realmente son. Amar a todos es difícil, pero no imposible.