La belleza del alma se ve reflejada en una sonrisa sincera, quien sabe sonreír con el corazón sabe amar de igual manera.
Las personas sencillas son las que muchas veces valen la pena conocer, porque no se crean una imagen de ellas mismas superior a los demás, simplemente les gusta vivir tal y como la vida se les presenta.
Es por ello que en la vida hay que ser felices con lo que tenemos, porque de esa manera ganaremos a muchas personas y tendremos infinidad de amigos por nuestra forma de ser.
Por algo estamos aquí, por alguna extraña razón aun no comprendida existimos, y si hay algo o alguien que nos dio la oportunidad de habitar un planeta tan hermoso como lo es el nuestro ¿Por qué desperdiciar esa oportunidad haciendo guerras, causando destrozos, viviendo con odio?
Este mundo se ha convertido en un lugar de personas materialistas, en donde lo principal para muchos es lo que tienen y no conformes con eso desean y ambicionan cada vez más.
El poder, la riqueza, el ser superior a otro, es lo que hace que este mundo se convierta en una masa de ideas autoritarias, ambiciosas, degradantes para la armonía que bien se pudo haber tenido, si desde nuestros inicios como seres sociales no lo hubiéramos propuesto.
Pero ahora vemos la triste realidad de un mundo que poco a poco se degrada en su totalidad, invadido por el poder y la ambición, por la nueva y sorprendente tecnología para el bien de las personas, pero al igual para causas mortales y la limitación de explotar la creatividad emocional.
Pero desgraciadamente así lo hemos querido y así continuará por mucho tiempo, este es nuestro mundo y lo hemos transformado como hemos querido y ahora la vida se nos presenta de una forma para muchos divertida y fácil, pero para otros, algo con lo que hay que lidiar todos los días, si queremos llegar a una muerte placentera.
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