¿Cómo podríamos darnos cuenta por dónde “no es” el camino si no nos avisan?
Esa es la función del dolor: hacernos saber que estamos perdiendo el camino.
Si no lo escuchamos, comenzamos a sufrir, haciendo crecer las señales para que el aviso no pase desapercibido. Y allí aparece “el mal”: el dolor se presenta en alguna situación o persona para ayudarnos a despertar.
Estas son palabras que dejó Paramahansa Yogananda sobre este tema: “Cuando empieces a ver con claridad la imperfección del mundo, comenzarás a buscar la perfección de Dios.
Lo cierto es que Dios no utiliza el mal para destruirnos, sino para que nos desengañamos de los juguetes de este mundo y podamos buscarlo a Él”. Cuando creemos que el dinero nos traerá seguridad, aparece la falta de prosperidad en sus muchas maneras.
Cuando sentimos que necesitamos a alguien para sentimos completos o felices, esa persona se marcha o tememos que lo haga. Cuando creemos que tenemos nuestra vida “arreglada”, ocurre algo para no dormirnos en la ilusión de este mundo.
El amor de Dios es de tal manera incondicional, que incluso el dolor forma parte de su estrategia para mantenernos en su búsqueda. El sufrimiento es nuestra decisión, cuando no escuchamos su aviso.
4 comments:
Já tive momentos de minha vida eu que achei que Deus não existia, mas no fundo eu sei que Ele existe. Tambem não acredito que o mal seja um castigo de Deus... a beleza e sinyonia do Universo testemunha um Deus de Amor...
Mas o mais certo de tudo isso e' que ate' os descrentes na hora de dor e aflicao recorrem a Deus rogando-lhe a sua ajuda.Neste caso Deus e' uma alternativa aquilo que nao veem noutro lado.
Eduardo
Este articulo en verdaderamente impactante e invita a reflexion profunda, es asi, gracias por este regalo de pensamientos
Mary
Linda reflexión! y blog... y muy buenas tus pinturas también, súper coloridas!
Te cuento que soy escritora, ¿te gustaría leer mi libro Toc Toc?
De ser así, date una vuelta por mi blog.
Te dejo mis saludos
Clara
claratoctoc.blogspot.com
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