Hoy recuerdo mi niñez, a mis amigos, mis maestros, no necesitaba de más libertad pues la tenía, tampoco necesitaba mentir, mis padres eran excelentes amigos a los que les podía confiar el más mínimo detalle, sin embargo voy creciendo y veo a mucha gente con tremendas fachadas en su personalidad que le impide tener una vida sencilla, plena de alegría, de frescura, de amor, de entrega y de un deseo inmenso de servir a los demás para vivir siempre.
Así, pasa en muchos matrimonios, adornan su "felicidad" con una tremenda fachada para dar la impresión de que todo marcha muy bien, y uno se pregunta ¿a quién engañan?, sencillamente a nadie, los engañados son los que se disfrazan por el día para ocultar lo que sucede de noche.
He tratado de vivir sin mascaras ni fachadas y he logrado ser feliz, enfrento las peores situaciones con una confianza plena en mi Dios, bueno, solicitándole que me haga sencillo y honesto. Sencillo para compartir con los demás y honesto para sentirlos de igual a igual. Cuando se actúa así las fachadas sobran, y la gente no se fijará en nuestra belleza física, sino en la dulzura de nuestro corazón.
Así, pasa en muchos matrimonios, adornan su "felicidad" con una tremenda fachada para dar la impresión de que todo marcha muy bien, y uno se pregunta ¿a quién engañan?, sencillamente a nadie, los engañados son los que se disfrazan por el día para ocultar lo que sucede de noche.
He tratado de vivir sin mascaras ni fachadas y he logrado ser feliz, enfrento las peores situaciones con una confianza plena en mi Dios, bueno, solicitándole que me haga sencillo y honesto. Sencillo para compartir con los demás y honesto para sentirlos de igual a igual. Cuando se actúa así las fachadas sobran, y la gente no se fijará en nuestra belleza física, sino en la dulzura de nuestro corazón.
2 comments:
as fachadas de cada um de nós... interessante. concordo a honestidade e o sentido de igualdade é a melhor fachada que podemos escolher para nós. texto com bom gosto gostei muito
El hábito no hace al monje...
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